En el fascinante cruce entre la ciencia, la espiritualidad y lo inexplicable, pocos personajes han logrado captar la atención tanto de estudiosos como de buscadores de verdades ocultas. Uno de ellos es Tsuruhiko Kiuchi (木内鶴彦), astrónomo japonés, cazador de cometas, y también —según su impactante testimonio— viajero del tiempo tras una experiencia cercana a la muerte.
Su historia va más allá de una simple anécdota extraordinaria: plantea un nuevo paradigma sobre la naturaleza de la realidad, del alma y del universo mismo. ¿Qué vio realmente Kiuchi cuando murió clínicamente por más de 30 minutos? ¿Qué secretos del pasado remoto y de futuros posibles le fueron revelados?
La vida antes del umbral: astrónomo, buscador y científico
Tsuruhiko Kiuchi nació con una mirada al cielo. Desde muy joven se dedicó a observar los cuerpos celestes, y su trabajo le permitió descubrir varios cometas y colaborar con organizaciones astronómicas como la Asociación Astronómica de Japón (JAA). En los años 90, su nombre era conocido en círculos científicos por redescubrir varios cometas periódicos, incluyendo el 147P/Kushida-Muramatsu.
Pero todo cambió en un instante: una hemorragia intestinal severa lo llevó al hospital, donde fue declarado clínicamente muerto. Durante más de media hora, su cuerpo yacía sin signos vitales. Fue entonces cuando, según él, su conciencia se separó del cuerpo y viajó más allá del tiempo y el espacio.
El viaje fuera del cuerpo: lo que vio al otro lado
En sus propias palabras, Tsuruhiko describe haber atravesado un túnel energético de información, donde comenzó a experimentar lo que él llama “el mundo real”: un plano fuera de la materia, donde todas las respuestas y todo el conocimiento existen simultáneamente. No se trataba de un lugar en el espacio, sino de un estado de conciencia fuera del tiempo lineal.
Allí, dice, fue guiado por entidades que le mostraron momentos clave de la historia de la humanidad —algunos aún no conocidos— y visiones inquietantes de futuros posibles.
Entre las escenas que asegura haber presenciado:
- Ciudades avanzadas del pasado, que fueron destruidas por errores espirituales y tecnológicos.
- Eras donde el ser humano convivía en armonía con la naturaleza y con seres no-humanos.
- Escenarios distópicos del futuro, con contaminación extrema, guerras energéticas y pérdida del sentido de comunidad.
- La activación futura de una conciencia planetaria que podría evitar esos futuros catastróficos.
El tiempo como red, no como línea
Una de las principales revelaciones que Kiuchi comparte es su visión del tiempo como una red multidimensional. En lugar de una línea recta del pasado al futuro, el tiempo estaría compuesto por nodos de información interconectados, a los que se puede acceder dependiendo del estado de la conciencia.
Esta idea resuena con conceptos avanzados de la física cuántica, como el entrelazamiento temporal, los multiversos y la teoría del “bloque de tiempo”, que sostiene que pasado, presente y futuro ya existen como estructuras completas.
"No viajé físicamente al pasado o al futuro. Viajé con mi conciencia a lugares donde la información ya existe. Todo lo que ha ocurrido y ocurrirá ya está registrado en el campo de información del universo."— Tsuruhiko Kiuchi
¿Cuándo ocurrió su experiencia cercana a la muerte?
- Kiuchi tuvo su primera ECM a los 22 años, en 1976, mientras trabajaba en la Fuerza Aérea Japonesa. Sufrió una grave obstrucción intestinal y fue declarado clínicamente muerto durante menos de 30 minutos, aunque él sintió que duró toda una vida, y luego fue reanimado con éxito. My Dad Is an OTAKU+3My Dad Is an OTAKU+3My Dad Is an OTAKU+3
- En esa experiencia, asegura haber accedido a distintos momentos del pasado y del futuro, incluyendo eras remotas en la historia de la Tierra y posibles futuros devastadores o utópicos. w.atwiki.jpMy Dad Is an OTAKU
- Más adelante, alrededor de los 55 años (aprox. 2009, considerando su nacimiento en 1954), Kiuchi vivió otras dos experiencias similares en Shanghai, China, sumando un total de tres ECM en su vida. My Dad Is an OTAKU+1My Dad Is an OTAKU+1
¿Qué momentos históricos dice haber visitado?
Según sus propias narraciones:
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Momentos del pasado remoto:Escenas de civilizaciones antiguas y sociedades armoniosas que preceden cualquier registro humano conocido. w.atwiki.jphemitotsy.blog.fc2.com
Visiones del origen del agua terrestre y la luna, que según él ocurrió hace unos 15 000 años cuando un cometa impactó la Tierra. El núcleo de ese cometa habría dado lugar a la luna que conocemos hoy. tenkataihei.xxxblog.jp
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Futuros posibles:Visiones de una humanidad en crisis ecológica y tecnológica. También futuro alternativos donde se logra vivir sin dinero, en sociedades sustentables y conscientes. Estas visiones fueron parte de sus charlas, por ejemplo en un seminario en junio de 2016 en Hokkaido. holistic-medicine.or.jp
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Hechos observables indirectamente:Según relatos, durante la ECM habría dejado una "firma" tangible: hizo un garabato en tinta en un pilar de un santuario que, al investigarlo tras su recuperación, encontró que había existido 500 años atrás. note(ノート)
Cronología
- Vincular visiones específicas (como el origen lunar) con épocas estimadas permite que el lector pueda contrastar con datos científicos o arqueológicos.
- Incluir el episodio del garabato en columna del santuario añade un posible «evidencia física» que puede despertar más interés.
Teoría del Campo de Información Universal
Kiuchi asegura que existe una especie de "base de datos cósmica", similar a los registros akáshicos del hinduismo o al inconsciente colectivo de Jung, donde todo está grabado. Este campo puede ser accedido por personas en estados alterados de conciencia, como durante una ECM (experiencia cercana a la muerte), una meditación profunda, o incluso en sueños lúcidos avanzados.
Este campo también permitiría, según él, acceder a tecnologías o conocimientos del futuro y traerlos al presente, de forma muy similar a las ideas del “espíritu guía tecnológico” presentes en algunas culturas chamánicas.
El mensaje: la humanidad está a tiempo de cambiar su destino
A su regreso a la vida, Kiuchi no sólo volvió con una profunda transformación espiritual, sino con un sentido de urgencia. Asegura que el rumbo actual de la humanidad está cerca de un punto crítico de bifurcación temporal: si seguimos por el camino del materialismo, el desequilibrio y la desconexión espiritual, podríamos colapsar en escenarios distópicos.
Sin embargo, también vio líneas temporales donde la humanidad:
- Desarrolla tecnologías limpias y sustentables.
- Vive en armonía con la Tierra y otras formas de vida.
- Integra la ciencia y la espiritualidad como una sola sabiduría.
- Se comunica telepáticamente, sin necesidad de lenguaje.
Kiuchi y el alma como viajera interdimensional
En sus conferencias, Kiuchi comparte una visión del alma como una chispa de conciencia eterna, que experimenta múltiples vidas, tiempos y realidades paralelas. Según él, cada uno de nosotros está viviendo simultáneamente en diferentes líneas de tiempo, y lo que decidimos en una puede afectar a las otras.
Este concepto, aunque difícil de comprobar, resuena con ideas de la interpretación de los muchos mundos de Hugh Everett y con filosofías orientales como el budismo tibetano, donde se dice que la realidad es un sueño lúcido colectivo.
Conexiones con otras teorías del tiempo
El relato de Tsuruhiko Kiuchi no es un caso aislado. A lo largo de la historia moderna, otros pensadores y científicos han propuesto modelos alternativos del tiempo, entre ellos:
- Al Bielek y el Experimento Filadelfia, que habló de viajes entre 1943 y 2137.
- Nikola Tesla, quien hablaba del "éter informacional" y de mensajes del futuro.
- David Bohm, físico cuántico que hablaba de un “orden implicado”, donde todo está conectado a niveles invisibles.
- Ervin Laszlo, con su teoría del “Campo Akásico” como estructura informacional básica del universo.
Kiuchi parece unir estos conceptos con su experiencia personal, sirviendo como puente entre ciencia, misticismo y cosmología.
¿Es Kiuchi un profeta, un viajero del tiempo, o un místico cuántico?
Lo que hace tan intrigante a Kiuchi es que no proviene del mundo del esoterismo ni del ocultismo. Su formación científica y su pasión por la astronomía le dan una base sólida para abordar estos temas desde una visión abierta pero razonada.
Muchos lo consideran un profeta del siglo XXI, alguien que ha regresado del umbral de la muerte con un mensaje urgente para despertar la conciencia colectiva. Otros lo ven como un explorador de planos ocultos de la realidad.
Pero más allá de las etiquetas, lo que queda es una profunda reflexión:
¿Y si el tiempo fuera una ilusión?
La historia de Tsuruhiko Kiuchi nos invita a cuestionar los pilares más profundos de nuestra realidad. ¿Y si el tiempo no fuera más que una ilusión sensorial? ¿Y si el alma, en su verdadera naturaleza, es un ser interdimensional navegando por experiencias que llamamos “vidas”?
¿Y si ya hemos vivido el futuro... y ahora estamos recordando cómo evitarlo?
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