"El ascenso de BlackRock: De la sombra a la cima del poder financiero global"
Durante las últimas dos crisis económicas, en 2008 y 2020, la preocupación de la persona común se centraba en su jubilación o en pequeñas empresas que fueron absorbidas para convertirlas en empresas viables.
En medio de la niebla de la guerra, sin darse cuenta de los movimientos de alto nivel que se estaban gestando, la empresa de servicios financieros BlackRock aprovechó la oportunidad para estrechar lazos con el gobierno de Estados Unidos.
Bajo la mirada del mundo, el control financiero cambió de manos en un golpe maestro que otorgó a BlackRock más de $10 billones de dólares en activos bajo su administración.
¿Cómo logró esto una empresa que hasta hace poco era desconocida para la mayoría?
Para responder a esta pregunta, debemos remontarnos 34 años atrás.
BlackRock fue fundada en 1988 por Larry Fink y sus socios después de que Fink perdiera $100 millones en First Boston. Pete Peterson y Stephen Schwarzman de Blackstone proporcionaron una línea de crédito de $5 millones para obtener el 50% de la empresa, que en ese momento se llamaba Blackstone Financial Management.
En 1994, BlackRock se separó de Blackstone, y en 1999, con $165 mil millones en activos bajo administración, se hizo pública en la Bolsa de Nueva York a $14 por acción. A partir de ahí, siguieron adquisiciones y crecimiento, incluida una fusión con Merrill Lynch Investment Managers en 2006.
Sin embargo, fue la crisis financiera mundial de 2007-2008 la que catapultó a BlackRock al dominio financiero. Wall Street acudió a ellos en busca de ayuda, con empresas como AIG, los hermanos Lehman, Fannie Mae y Freddie Mac contratándolos para resolver sus complejas obligaciones crediticias.
Incluso el gobierno de Estados Unidos recurrió a BlackRock. El Secretario del Tesoro en ese momento, Timothy Geithner, y la Reserva Federal consultaron a Fink y su empresa para obtener ayuda con los rescates, incluyendo el de AIG, Bear Stearns y Citigroup. Con el paso de los años, la influencia de BlackRock creció, atrayendo a políticos poderosos, banqueros centrales y expertos financieros como asesores, miembros de la junta y ejecutivos. Esto permitió a BlackRock estar en el centro de importantes eventos políticos.
Larry Fink, fundador de BlackRock, ha buscado constantemente influencia política, reclutando figuras como Friedrich Merz, George Osborne y Cheryl Mills. Exbanqueros centrales como Stanley Fischer y Philipp Hildebrand también se han unido a la firma. En agosto de 2019, Fink se unió a la Junta de Síndicos del Foro Económico Mundial, coincidiendo con el inicio del golpe financiero.
Pero primero, debemos entender el sistema monetario estadounidense, que cuenta con dos tipos de dinero: el "dinero bancario" (para la economía real) y el "dinero de reserva" (mantenido por los bancos en la FED). Históricamente, la FED no podía "imprimir dinero" en el sentido tradicional, sino que creaba dinero de reserva, lo que permitía
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